DERECHOS HUMANOS SEGUN LA CONSTITUCION DEL 2008


Una vez aprobada la Constitución del año 2008, los ecuatorianos y ecuatorianas contamos con una Constitución nueva, en la que se encuentran presentes los derechos humanos, los derechos colectivos, los derechos de la naturaleza, el Sumak Kawsay/ Buen Vivir, el reconocimiento de la ciudadanía universal, un Ley renovada y capaz de reformar la inconstitucionalidad, sin embargo el sistema político actual, le ha permitido al Ejecutivo realizar reformas a la Constitución vía la aprobación de leyes articuladas y/o armonizadas con los requerimientos de Decretos y Mandatos, lo que ha generado una concentración del poder en el Ejecutivo. Entre los ejemplos de concentración del poder en el Presidente está la designación de miembros en las Instituciones, como es el caso de la Asamblea se han nombrado sujetos políticos afines al Gobierno, con el único propósito de no dar paso a la fiscalización, por lo que el pedido de investigación y juicios políticos a Ministros, todos han terminado siendo archivados. El actual sistema político se legitima y mantiene a partir de permitir la concentración del poder del Ejecutivo, otro de los casos recientes en el país, fue la destitución de los miembros del Consejo de la Judicatura, órgano que debía realizar las reformas y llamado a elección  de nuevas autoridades una vez que entrará en vigencia el plazo dado en la Constitución 2008, situación que no fue cumplida, pero que tampoco fue respetada por el Ejecutivo, por lo que valiéndose de una Consulta Popular, en la que constaban entre reformas constitucionales y preguntas sobre seguridad ciudadana, el 7 de Mayo del 2011, el pueblo ecuatoriano se pronunció sobre la necesidad de cambios en la Justicia, es decir en la Función Judicial y su constitución como Institución, para lo cual, se redujo el numero de miembros que pasó de 9 a 3 vocales del Consejo de la Judicatura, que quedaron de la siguiente manera, nombrados por el Ejecutivo, la Asamblea Nacional y otro por el Consejo de Participación Ciudadana, que también tiene recurrencia a las necesidades del Ejecutivo, para de esta manera conformar un Consejo de la Judicatura de Transición para ejecutar la reestructuración de la Institución. Otra de las acciones tomadas para realizar cambios a la medida del actual Gobierno en la Justicia, fue la emisión del Decreto Ejecutivo 872 en relación a decretar en Estado de Excepción[1] a la Función Judicial, para dar prioridad a los recursos necesarios en el presupuesto general del Estado para realizar los cambios que requiere el proceso de reestructuración, este decreto es inconstitucional, por cuanto no se puede declarar en Estado de excepción a un poder del Estado, sino únicamente al territorio nacional  en el caso de conmoción interna.
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