Los derechos humanos que enfrenta el país y
plantea las soluciones para la superación de los mismos, a través
de ejes estratégicos de acción que enfatizan la importancia de la integridad de todos los derechos humanos: civiles y El Plan
Nacional contiene un diagnóstico de los principales problemas en
materia de derechos políticos, económicos, sociales y culturales y
derechos colectivos. La gran parte de derechos concebidos en el Plan
Nacional en marzo de 1998 fueron luego reconocidos por la actual
Constitución que se adoptó en junio de ese mismo año. Algunos
aspectos que el Plan Nacional concede fundamental importancia son: el
desarrollo legislativo en materia de derechos humanos, esto es, la
armonización de la legislación interna ecuatoriana con los tratados
internacionales de derechos humanos y el tema de la educación en
materia de derechos humanos.
El Plan Nacional es un programa de
corto, mediano y largo plazo cuyo propósito fundamental es el
fomento de una cultura de respeto y tolerancia en materia de derechos
humanos, que permita prevenir violaciones a los derechos humanos que
suceden a diario. Esta característica del Plan implica un trabajo de
largo aliento y de la labor conjunta del Estado y la sociedad civil.
De hecho, en estos primeros cinco años se ha logrado un estupendo
trabajo conjunto entre ambos sectores que ha permitido la
elaboración, consulta, consenso y aprobación de Planes Operativos
de Derechos Humanos, que contienen políticas y actividades concretas
para el cumplimiento de los principales objetivos del Plan Nacional.
En virtud de que el Plan es un programa de largo alcance, no puede
ser considerado únicamente como un programa más de los Gobiernos
que lo han apoyado en estos cuatro años y de aquellos que lo
continuarán haciendo en el futuro, sino que constituye una política
de Estado, a ser desarrollada al menos en los próximos veinte años,
ya que la creación y el fortalecimiento de una cultura de respeto y
tolerancia no se conseguirá en dos o cuatro años.