Como
rol fundamental, busca constituirse en un espacio pro positivo de
promoción y educación para la paz, los derechos humanos, la
objeción de conciencia y la resolución de conflictos con métodos
no violentos, dirigido a la sociedad en general y los sectores
sociales menos favorecidos.
Mediante
un proceso de acompañamiento y seguimiento a diferentes
organizaciones populares, se ha logrado generar acciones enmarcadas
en la no-violencia activa; impulsando una corriente que favorece
permanentemente la participación ciudadana y la construcción
democrática lo cual tiene presencia en once países debiendo señalar su vinculación con diferentes movimientos red latinoamericana de educación para la paz y los derechos humanos.